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Si le preocupa que la víctima pueda tener COVID-19 o cualquier otro patógeno transmisible, no le dé respiración boca a boca. Puede realizar RCP con solo las manos (también conocida como RCP con compresiones torácicas continuas). Presione fuerte y rápido en el centro del pecho a una velocidad de 100 a 120 compresiones por minuto.
ABRA LA VÍA RESPIRATORIA
Revise a la víctima para ver si tiene una vía respiratoria bloqueada. Si hay una obstrucción en la vía respiratoria de la víctima, es posible que deba retirarla. Puede ser comida, líquido u otros objetos.
Incline la cabeza de la víctima hacia atrás y levante ligeramente el mentón. Este procedimiento aleja la lengua de la parte posterior de la garganta y abre la vía respiratoria.
Asegúrese de utilizar una máscara de rescate o un protector facial que tenga una válvula unidireccional para limitar su exposición a patógenos transmitidos por la sangre.
RESPIRAR
Con las vías respiratorias abiertas utilizando la técnica de inclinar la cabeza y levantar el mentón, cierre las fosas nasales para respirar boca a boca. Cubra la boca de la víctima con la suya, formando un sello.
Déle dos respiraciones de rescate a la víctima. Cada respiración de rescate debe proporcionarle a la víctima la misma cantidad de aire que cuando usted respira normalmente. Tenga cuidado de no inflar demasiado los pulmones de la víctima.
En el caso de un bebé, dé dos bocanadas rápidas de aire desde las mejillas, no desde los pulmones.
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